Llevo dos semanas sin mi eterno reloj de muñeca.
Desde siempre he sentido cierto miedo (que no llega a ser pánico) de vivir el día a día sin la hora colgando de mi mano, seguramente mi manía para con la impuntualidad también ha contribuido. Cuando mis amigos ( al fijarse en el rastro color blanco nuclear que me ha dejado la asuencia de reloj) me preguntan el porqué de este repentino e impropio de mí cambio de conducta, me divierte poner cara seria y decir algo del tipo : "Estoy en una nueva fase de mi vida en la que no quiero sentirme atada por el tiempo." Mis amigos, que ya saben de mis desvaríos pero no siempre entienden mis intenciones, simplemente sonrien con cara de "no te entiendo, pero son muchos años así que dejémoslo estar".
Me imagino que por eso intento (véase la importancia del verbo) escribir poemas : me divierte más soltar algo como "no quiero sentirme atada por el tiempo". Eso aún sabiendo que el reloj no esta simplemente porque me quiero deshacer de mi moreno irregular. Cosas de la edad supongo.
"Break Time, Rockefeller Center",1932
"Blowin' In The Wind" - Bob Dylan (The Freewheelin' Bob Dylan,1963)
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