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viernes, 3 de septiembre de 2010

Recapitulemos (entre estanterías).

EMPIEZA VOLVIENDO...


Este poema se ha trasladado a un cajón o a alguno de los países del Este por mudar de pelo y de costumbres (más por parte de la autora). Si os causa algún interés, sobre todo si es tierno, no tenéis más que pedírmelo por correo, paloma mensajera o con señales de humo.

7 comentarios:

  1. Qué gran forma de empezar el día, borrar a aquellos que sonríen al ver perdón en un poema.

    La invisibilidad es un estado transitorio, pero tiene múltiples vías de escapa. ¿o por qué creías que me volví pelirroja?

    Te leo diferente, honey.

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  2. A qué debo el honor de estos hábitos de madrugadora? Yo pensaba que estas horas sólo eran para el pueblo llano que tiene examenes! Yo estaba convencida de que una mañana te despertaste con el pelo así, no era eso? Me imagino que la diferencia que percibes se debe a la típica melancolía a las puertas del nuevo curso, o igual no. Tú que tienes 20 ya debes saber como funcionamos a esa edad. Jajaj

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  3. Coincido con Egeria: la mejor frase del poema.

    ¡Saludos!

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  4. Me gusta leerte en tus poemas, me gusta retozar en el prado de tu sentimiento, y perdóname lo cursi (suelo serlo a veces y ya no me pesa, por el contrario, no sería yo si no lo fuera un poco cada día ante los ojos intelectuales y los otros)... pero me gusta saberte en tus palabras, habitando el silencio de las noches y las extremidades de los días. Me he quedado mirando ese rincón que servía de marco para tu poema, ese donde se quedaron las sumas que dan números hermanos y ya no primos.. ni romanos ni significativos. Al fin, el único que cuenta es el uno y ese somos. Uno que suma y un día deja de restar y se multiplica... hacia dentro.
    (abrazo al hada Egeria y a su pelo rojo que nació antes que el propio color de la Naturaleza... o no era así?)
    ayyasabestu...quien soy ;) (podré ocultarme de mí y pasar al anonimato?)

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  5. Tus imágenes estremecen. Tú existes y nosotros te escuchamos

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  6. Esto empezó como un mero ejercicio de introspeción pero con cada comentario vuestro se convierte en algo más. No me cansaré nunca de daros las gracias por estar y escuchar.
    p.d. mi querida a y punto, eres única así que jamás podrías ocultarte y pasar al anonimato, al menos para mi:).
    Besos a los tres.

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  7. "Los miedos están muy cómodos en la cocina"
    Dan miedo los miedos no digeridos, los que están clasificados en los anaqueles de la memoria a la que volvemos una y otra vez, miedos sin cocinar, sin el movimiento frío del acero que los desmenuza, lejos ya del fuego que quemó y que siempre vuelve, ocultos del grito, de la verdad que duele.
    Hay que ponerle voz al miedo, porque el miedo no tiene voz.

    Besos.

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