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martes, 27 de julio de 2010

Fácil, en teoría.

Marlon Brando - "Streetcar named Desire(Un tranvía llamado Deseo)",1951 by Elia Kazan


16 DE MAYO.

Ahora bien, yo aconsejo a quien no tiene seguridad ni de la mano ni de los ojos y por ende de la victoria, que intente sus maniobras amorosas en el primer estadio de la pasión, porque entonces al mismo tiempo que está dominado por las fuerzas sobrenaturales, también las posee dentro de sí mismo, y este dominio nace de una singular mezcla de simpatía y egoísmo.
Pero en este estadio le faltará goce: el goce de la situación, porque él mismo resulta sometido y se sumerge y se oculta en ella. Obtener lo más hermoso es siempre difícil; lograr lo interesante, en cambio, es fácil. Pero siempre es conveniente aproximarse a la cosa lo más posible: éste es el verdadero deleite, y no alcanzo a comprender qué goce buscan otros en su lugar. La mera posesión es algo vulgar y también los recursos de que se sirven tales enamorados son casi siempre bastante mezquinos: no vacilan en emplear el dinero, el poder, la influencia ajena y aun los narcóticos. ¿Qué placer puede brindar un amor si no contiene en sí mismo el abandono absoluto de una de las partes? Siempre es indispensable el espíritu y el espíritu falta comúnmente a esta clase de enamorados.

31 DE JULIO.

He escrito hoy una carta de amor para otro. Encuentro interesante identificarme mediante este recurso con una situación ajena sin tener que sacrificar nada de mi tranquilidad.
Enciendo la pipa, escucho los detalles que me da y le pido las cartas que ella le escribió. Traté siempre de estudiar cómo escribe una joven. El otro está allí como una laucha enamorada y me lee esas cartas, lectura que interrumpo de vez en cuando con alguna breve observación. La muchacha sabe escribir, tiene sentimiento, buen gusto, es prudente; a buen seguro amó ya en la vida, etc.
Por otra parte, cumplo una buena acción, reúno a dos jóvenes a luego me quito de en medio. Cada vez que hago feliz a una pareja, busco para mi luego una víctima, pero procuro la dicha de dos personas y la desdicha de una, a lo sumo. Soy honrado y digno de confianza; nunca engañé a nadie si confió en mi.
Naturalmente yo también logro mi pequeña ganancia, pero es un tributo de derecho. ¿Por qué gozo de tanta confianza? Porque sé latín, estudio celosamente y me guardo para mí mis historias. ¿No soy digno de tanta confianza? Nunca abusé de ella.
"El diario de un seductor" - Soren Kierkegaard

4 comentarios:

  1. Naturalmente, si es lo que yo digo, que saber latín es muy productivo. Claro que en Kierkegaard sería una virtud de más, porque contaba con la ventaja del pelazo.

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  2. PD. La sobrecarga poética de esta semana da sus involuntarios frutos. Fíjate con que maravillosa rima asonante en versos endecasílabos he abierto el comentario.
    Volvamos a la SuperPop antes de que sea demasiado tarde.

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  3. Apoyo la propuesta! Eso a pesar de tu maravillosa rima asonante. SuperPop YA! Antes de convertirnos en viejecitas hiladoras de versos sin sentido jajaja. Por cierto, en lo de latín tú me llevas muuuuucha pero que muuucha ventaja...mmm ahora que me doy cuenta : eres la versión del atractivo de Kierkegaard por la parte femenina??? (latín + pelazo)

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  4. Un, dos, tres, aquí una viejecita hiladora de versos sin sentido!.... que no sabe latín y aprende tanto con sus niñas super pop.... verlas es mirarme en un espejo que me devuelve una poesía viva, pura y cierta: ser uno mismo y que a quien no le guste, siga su camino.

    Chapeau! para ustedes!

    besos tertulianos

    La Viejita del Taller :D

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